Las herramientas del neuromarketing

eeg neuromarketingEl neuromarketing estudia la respuesta de estímulos nerviosos y del cerebro ante distintos estímulos provocados. Pero ¿de qué manera se mide cómo nos comportamos cuando nos presentan un producto y nuestras reacciones en función de la variación de colores, sabores, olores, tacto?

Estas son las cuatro herramientas de medición más usadas por el neuromarketing.

  • La EEG o electroencefalografía es una técnica no invasiva que mide las fluctuaciones eléctricas del cerebro y se suele utilizar en momentos de vigilia, descanso y sueño. Para su medición coloca electrodos sobre el cuero cabelludo que miden las distorsiones eléctricas que detecta. El EEG es probablemente la técnica más barata y accesible, con pocos riesgos potenciales para los sujetos estudiados y una buena resolución temporal. El principal problema del EEG es que tiene una resolución espacial limitada en comparación con las otras técnicas.
  • La MEG o magnetoencefalografía es otra técnica no invasiva que mide las flujos magnéticas que se producen en el cerebro. Dichos campos magnéticos se extienden incluso más allá del cráneo pero son tremendamente pequeños. La calidad de la señal y la resolución temporal de la MEG son superiores a los de la EEG. No obstante, es una técnica cara limitada también si el paciente tiene implantes metálicos.Un equipo de MEG cuesta alrededor de los 2 millones de euros.
  • La PET o tomografía de emisión de positrones es una técnica invasiva que consiste en monitorizar varias funciones fisiológicas que sufren alteraciones con la actividad cerebral: metabolismo, flujo, volumeny oxigenación de la sangre. Es una técnica poco usada en neuromarketing dado que es invasiva pero cabe la pena reseñarla puesto que es una de las herramientas contempladas por esta variante del marketing.
  • resonancia magneticaLa fMRI es otra técnica que monitoriza funciones fisiológicas pero, en este caso, de manera no invasiva. La técnica fMRI más utilizada es la “BOLD-fMRI” (blood-oxygen-level-dependentfMRI), que utiliza los cambios en la oxigenación de la sangre y las alteraciones de las propiedades magnéticas que se producen en consecuencia de estos cambios. No puede utilizarse si el sujeto tiene implantes ferromagnéticos.  La fMRI no requiere inyección de sustancia alguna pero requiere que el sujeto se coloque en una máquina en forma de tubo que puede generar claustrofobia.

Desde el punto de vista de la investigación en neuromarketing, la EEG, la MEG y la fMRI son las técnicas más comunes. Las principales ventajas de la EEG son su menor coste  frente a las otras opciones y la mayor estandarización de las técnicas de análisis de datos. Sin embargo, la EEG tiene una resolución espacial insuficiente para medir los cambios en estructuras más profundas del cerebro.

Cuáles son las técnicas más usadas en neuromarketing

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El Neuromarketing investiga, a través de la ciencia, cómo se comporta nuestro cerebro ante los estímulos externos. Estas técnicas son útiles para conocer cómo se comporta el consumidor y, en definitiva, profundizar en cuáles son las motivaciones que llevan a las personas a optar por una acción y no por otra. Para ello, el marketing se apoya en distintos métodos y herramientas tecnológicas que le ayudan a detectar esos impulsos nerviosos que actúan como indicadores del preludio de nuestras decisiones.

La herramienta más usada por el Neuromarketing son las Imágenes por Resonancia Magnética (IRM). Se trata de una técnica no invasiva que usa los campos magnéticos y su resonancia para obtener información sobre la estructura y áreas del cerebro que se activan ante situaciones o estímulos que provienen del exterior.

A través de ella, por ejemplo, podemos saber qué zonas del cerebro se activan cuando detectamos buenos olores, las diferencias cuando son olores desagradables, cuál es nuestra reacción al visualizar cosas agradables, nuestra respuestas corporal ante estímulos de sorpresa, de alegría o de decepción, entre otros.

Esta técnica toma en consideración que en reposo el cerebro no se encuentra estimulado y se observa cómo responden al ser estimulados.

Para estudiar lo que las sensaciones y estímulos externos evocan en la mente, se usan imágenes, se presentan productos o se simulan situaciones comunes con las que se encuentra el consumidor en el momento de la toma de una decisión.

Hay distintos métodos para provocar esas respuestas. Entre ellos encontramos el marketing olfativo, estimulado a través de los olores y las fragancias asociados a productos o marcas, respuestas faciales estudiando qué músculos se mueven asociados a cada estímulo, la temperatura de la piel o, incluso, los efectos de los sabores. Sin olvidar los efectos del sonido, la música, el tacto o los colores.

El neuromarketing busca, en todo momento, encontrar una respuesta científica a las motivaciones humanas, cómo las marcas impactan en el cerebro y las sensaciones -buenas y malas- asociadas a servicios y productos permanecen en la mente llevando a la aceptación o el rechazo en cada nueva compra o toma de decisión.

 

 

Técnicas de neuromarketing: qué es el marketing olfativo

marketing olfativoEl marketing olfativo es una técnica de neuromarketing basada en el uso del olor. ¿Cuántas veces has olido una fragancia repetida en distintos establecimientos de una misma marca? En un momento en el que la aromaterapia empieza a ser un método utilizado para las técnicas de relajación y evocar sensaciones, las marcas también hacen uso de su fuerza para evocar sensaciones en el cliente.

El scent marketing, como también es conocida esta técnica de neuromarketing, establece la relación entre las fragancias y la marca ayudando a la asociación de ideas entre las necesidades del cliente y la relación de ese olor con determinados productos o acciones de compra en un determinado punto de venta.

Científicamente, el olor es más sofisticado que cualquier otro sentido debido, en gran medida, debido a la conexión directa de los receptores olfativos de la nariz con la sección del cerebro responsable de la memoria y la emoción. De hecho, se estima que el olfato y su influencia afectan al 75% de nuestras emociones diarias. Es la estrecha relación de la glándula olfativa, que registra el olor, y el sistema límbico, que regula la emoción y recuerdos, lo que establece dicha asociación.

Empresas como McDonalds, Benetton, Burger King, Hard Rock Cafe, Stradivarius usan ya esta técnica. Se puede reconocer también en bancos, concesionarios e incluso en tiendas de alimentación, como pueden ser las panaderías, donde potencian los buenos “olores” a través del marketing de aromas. En muchas ocasiones, las marcas generan sus propios olores en función de las sensaciones que quieran evocar porque ¿qué mejor que envolver al cliente en un suave perfume acogedor?